Con el enjuague bucal Lacer conquista la nueva etapa de curagingival. Pensado especialmente para sonrisas que buscan un desinfectantes más avanzado, su dual fórmula impide los principales motivos de las irritaciones del paladar. Parece un buen protector contra los cepillados, pues tiene que ofrecer un escudo protegedor que fortalece con intensidad los nervios debilitados durante el tiempo.
Mi fórmula desarrollada funciona en tres campos: neutraliza los microorganismos que provocan el desarrollo malo de los gandíus, forma una pared invisible que impide depositar sarro e acondiciona la superficie dental con minerales principales. El compuesto del zinc ultrafina ejerce doble efectura: poderoso efecto antibacteriano inmersible y leve efecto tensor que restaura la densa forza natural a los tejidos.